domingo, 24 de enero de 2010

Cuando llegué, escapando de la justicia comunitaria en mi comunidad del valle alto de Cochabamba, nadie quería creer el riesgo que contraería darle poder al MAS.

Muhcos de mis amigos y mis parientes había venido a los EEUU antes que mi. Todos por trabajo, así que resultaba raro y hasta me daba verguenza decir que yo me vine poor razones políticas. Lo más normal era pretender que era un boliviano más en busca de trabajo.

Pero en el fondo, solo yo conocía la verdad. Tras que nos unimos con un grupo de compañeros de la U a la campaña para prefecto de Manfred, en el mes de junio de 2005 empezaron las reacciones en Arbieto, mi pueblo.

Allí los sindicatos son todos del MAS, no hay otra. No fue bien visto que yo hiciera campaña por Manfred, a quien los sidicalistas del MAS le dicen el "yacu-vende", algo injusto porque el no vendió nunca el agua de Cochabamba (yacu-vende quiere decir vende-aguas en quechua).

Lo importante era que yo estaba contra la línea del sindicato, y que aprovechando eso algunos conocidos de la universidad que militaban en el MAS empezaron a hacer costumbre de darme palizas cada que volvía de la ciudad. Los dirigentes nunca dijeron nada y hasta apoyaban la diciplina sindical.

Era difícil hacer nada en esa zona que era de masistas. Hasta llegar a hacer campaña era difícil. Pero un día me cansé y con un amigo le dimos una golpiza al cabecilla de los que me amedrentaban. Lo encontramos a la salida de una chicheria y le dimos con todo.

Eso me valió que se determine mi cacería. Me buscaron semanas para hacerme "justicia comunitaria" por agredir a uno de los dirigentes. Me escondí al principio y luego dicidí irme del país. Hasta ese entonces ni siquiera mis compañero de partido me tomaban en serio cuando les decía del riesgo de dejar que el MAS creciera, porque los sindicatos no conocen de democracia. Eso pasó el año 2005.

Cuando pasó lo del 11 de enero negro en Cochabamba creo que recién entendieron lo que yo había visto creciendo en los sindicatos campesinos. Ese odio que alimentaba los del MAS contra la gente de la ciudad.

Incluso hasta hace poco nadie creía que sería tan grave si Evo volvía a ganar. Cuando vi que Manfred y Pepelucho salieron del país, creo que recién estaba seguro que entenderían por qué escapé yo de Bolivia en 2005.

Ahora todos estamos en EEUU, compartiendo las ganas de volver un día, con lo necesario para que haya otra vez democracia.

Los Tiempos en EEUU