sábado, 26 de diciembre de 2009

Manfred ya no encontrará justicia en Bolivia


"No nos interesa gobernar sino tener todo el poder". Eso es lo que la gente afín al MAS te dice aquí en Virginia, cada vez que les encaras que Evo perdió las elecciones en EEUU. No les interesa usar el 63% para gobernar, sino para perseguir y aplastar a sus enemigos políticos. Manfred Reyes es la mejor prueba de eso.
Una cosa sería que hubieran encontrado algo contra él - igual que contra Goni - y lo estuvieran juzgando hasta demostrarle. Pero la realidad es que lo han acusado de 20 diferentes cosas, que van desde el absurdo de decir que adjudicó irregularmente un camino que fue adjudicado años antes de que él llegara a la prefectura, o acusarlo de un supuesto pago irregular de planillas a la empresa que construía Chullpamoko, cuando el que firmó las planillas fue el prefecto que puso el MAS para remplazarlo Rafael Puente.
Pero el absurdo no termina ahí. Después del revocatorio al que Manfred no se prestó por inconstitucional, el viceministro Wilfredo Chávez lo demandó por "conspiración" y la viceministra de "transparencia" por no haber cobrado unas multas a la PIL, que se contrajeron 12 años antes de que él fuera prefecto (oiga bien compatriota: 12 años antes).
Y como si no bastará, el último juicio es por una supuesta falsificación de cartátula notarial en una venta privada entre Manfred y uno de sus amigos. Escuche bien: ¡Falsificación de carátula notariada! ¿Acaso Manfred es notario o redacta él las carátulas?
Pero bueno, esos y los otros 17 absurdos de acusaciones sólo sirven para ilustrar que así transcurrió esta campaña electoral. De todas maneras, lo que interesa ahora es que el resultado de las elecciones es usado para perseguir al jefe de la oposición.
Al no lograr probar nada contra él en ningún juicio, ahora el gobierno optó por detenerlo políticamente. Evo instruyó a la Policía prenderlo y no dejarlo escapar. No hay una orden judicial de arresto, pero lo que importa es el capricho del presidente, al que ya ningún juez está dispuesto a oponerse.
Hay miedo. Si Evo pudo tumbar al Tribunal Constitucional y destituir al Presidente de la Corte Suprema y a la ministra Canedo, le sería más fácil tumbar a cualquier juez que se le oponga.
Por eso la respuesta que hoy los bolivianos dana a las encuestas es que ya no confían en la justicia en el país.
Durante la semana de navidad, miles de lectores del diario La Razón han contestado a una encuesta en línea en la página de este diario asegurando que Manfred ya no encontrará justicia en el país y que debe acudir a tribunales internacionales.
La pregunta que está pendiente es: ¿Podrá aun salir del país o es ya inminente su detención política?

Los Tiempos en EEUU