sábado, 16 de mayo de 2009

Sin sangre en la cara: Evo le roba el mérito de Misicuni a los cochabambinos



Evo Morales no tiene sangre en la cara y nosotros los bolivianos ya no podemos de la verguenza ajena.


Es un bochorno tras otro; es una humillación detrás de otra. Ya no hay derecho a entrar a un Pikes sin que un peruano o un gringo se te rían en la cara al saberte boliviano.

Antes por lo menos asustaba. Ahora es el hazmereir de toda la comunidad internacional que lo mira como a un siniestro pasayo, como a ese de la película de Steven King.

Lo de "Alan chabacano" y lo de "le meto no más, luego mis abogados arreglan" ya estaba de escalofríos. Pero ayer armó un circo de tres pistas en la plaza principal para robarse delante de toda Cochabamba el crédito por el proyecto Misicuni, al cual su gobierno se opuso financiar.

Es demasiada sinverguenzura, pero además demasiada cojudez.

Y no estamos insultando al presidente, pero el término para esto es "cojudo" (http://www.wordreference.com/espt/cojudo).

Después de 10 años que su archirrival ex alcalde, ex prefecto y ex candidato a la presidencia Manfred Reyes viene gestionando el proyecto Misicuni, contra Goni, contra Banzer, contra el mismo Evo, ahora resulta que es obra de Evo. Es como querer convencer al dueño de la pelota de que es tuya, a pocos segundos después de habersela robado.

Lo peor es la que se mandó el dizque líder de los regantes Oamr Fernandez, autor intelectual del asesinato de Cristian Urresti identificado por la persona que acogió al muchacho. El deforme dijo en la concentración de esta mañana que "ellos" (los del gobierno) habían logrado que se haga de 120 metros contra Manfred que quería hacer la presa de 85 metros¡¡¡

Bueno, como desde que hay internet ya nadie puede mamarnos, aquí les va el artículo de Garcia Merida (periodista ligado al gobierno), que el 23 de mayo de 2006 (hacen dos años exactos), escribía esto en la página del asesor peruano de Evo Walter Chávez, incriminando a Omar Fernández "el regante loteador", de oponerse a la presa de 120 metros y amenazar al prefecto Manfred si no cedía a la idea de una presa de 85 metros no más.


A las pruebas nos remitimos: Manfred es el padre de Misicuni. Todo el mundo lo sabe y Evo le quiso robar la wawa hoy delante de todo el mundo, diciendo que era suya.

Mañana me quedo sin comer pan, ni loco voy a My Bakery's. Me deben estar esperando los cambas para cagarse de la risa de este pobre k'ochala que por capricho de la naturaleza se parece a Evo.

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